!Qué sencilla que parecía ser la vida cuando jugábamos a las muñecas!
Los conflictos se resumían a la típica escena de la casita, donde Ken discutía con Barbie acerca de la comida y el cuido del bebé. Pero todo se arreglaba con un beso, y si éramos más "vivillos", con una escena de alcoba.
Y de un momento a otro, crecemos y los conflictos de nuestro entorno no son tan fáciles de solucionar como solíamos hacerlo en nuestros juegos de niños. La noticias, sensacionalistas o no, están repletas de asesinatos, problemas de inmigración, calentamiento global, delincuencia en general, corrupción...
Y es tan sencillo sentarse frente al televisor y decir: "Pero eso es cuestión de que cambien las leyes, que remuevan a ese poco de corruptos... porque si yo fuera presidente... ". Pero no. La sociedad y la gente no son como muñecos de plástico que hacen lo que nos da la gana y que satisfacen nuestros anhelos. Estos muñecos de carne y hueso tienen libre albedrío, tienen intereses creados, y muchas veces, ninguna voluntad de hacer bien las cosas.
Y es triste saber que algunas soluciones se ven tan lejanas, porque la voluntad de muchos no es suficiente para aplacar las ambiciones de unos pocos. Qué se necesita para el cambio!? Si todo fuera tan sencillo como un juego de muñecas....
1 comentario:
Yo creo que si alguien supiera la respuesta a esa pregunta... el mundo sería otra cosa... pero es taaaaaaaaaan complicado
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