Se me acabó el Benadryl!!

* El siguiente texto no es un expresión de ningún tipo de odio hacia nadie en particular, es más bien un odio hacia la ineficiencia del Estado para regular las cosas. .....
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"....Las autoridades de salud los han enfrentado por años, y obligan a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a invertir ¢14 mil millones anuales en atención de inmigrantes, según el gerente financiero interino, Manuel Ugarte.
....El monto es el doble de lo que ahorró la Caja en el 2004, recortando gastos innecesarios.... (Al Día. Lunes 30 de mayo)

Mi familia es sana. Gracias a Dios. Y en todo caso, mi abuela fue enfermera, presidenta del colegio respectivo y directora de enfermería del Hospital Blanco Cervantes -antes Hospital Nacional Antituberculoso-. O sea, que aparte de acabar de echarle porras, nunca nos faltó atención médica pronta ni "patas" para las operaciones de ojos y corazón de mi abuela, control de mi bisabuela, asmas y alergías de mi mamá, y atención en mis puntadas cuando jugué a ser la Tortuga Dartañán o cuando me intoxiqué con Bromofex (Bendryal antes??) por su riiiico sabor a uva!!

Si, yo fui tal vez parte del chorizo. Eso no quita, sin embargo, el hecho, de que bien que mal, todos tuvieron, tienen, tenemos que cotizar para el Seguro Social, para que se nos brinde una atención pronta y buena cuando se quebrante la salud. ¡Que linda falacia! Las filas interminables en muchos de los servicios de los hospitales, la falta de medicamentos, evidencian lo contrario. Claro, que el mismo ciudadano es bastante desconsiderado, pues algunos desperdician y no van a las citas médicas que tal vez le podrían haber salvado la vida a alguién más.

¿Y que pasa cuando a estos claros signos de colapso, le agragamos la obligación de atender a inmigrantes que no cotizan y que, a fin de cuentas nosotros estamos "financiando"?

Esa misma publicación de Al Dia, habla sobre la historia de una pareja de venezolanos portadores del VIH; que simplemente se montaron en el avión, llegaron a cualquier hospital del país y mostraron su carnet de portadores, exigiendo que se les brindara el tratamiento del coctel.

Según fallo Constitucional, es obligación de cualquier hospital, atender a un portador del VIH, pero sólo hay 300 cocteles por mes. ¿Porque, entonces, la mismas leyes de mi país, son una arma de doble filo contra mis coterráneos? ¿Cuánta gente se ha quedado sin servicios, sin medicinas; cuántas máquinas no han podido arreglarse, cuántos tratamientos no se han brindado porque los recursos se han tenido que invertir en la atención de personas foráneas que no retribuyen de ninguna manera el servicio recibido y en algunos casos, más bien, se quejan de la atención que -gratuitamente- reciben?

Pero no dejemos de lado la ineficiencia de la Caja para resolver estos problemas. ¿Por qué es tan difiicl que el Estado, ante estas evidencias, no haya reaccionado, no haya buscado la forma de solventar - o al menos mermar- la situación.

Costa Rica está colapsando. Ya "no hay cama pa tanta gente" y si aún no hay retribución alguna en los servicios básicos, nos va a llevar el carajo. ¿Mi reacción? Empezar a exigir calidad y prontitud en mis servicios médicos, por encima de otros, por que -bien que mal- lo estoy pagando y me lo merezco.
Pero por mientras, voy a ir a la Farmacia a comprar mis medicinas, porque en la Caja están agotadas.