Es grandioso cómo el tiempo tiene ese efecto apaciguador, esa capacidad de borrar el sufrimiento y mostrarlo a veces sólo como una cicatriz del pasado. No digo que uno no olvide, pero digamos que con el tiempo se te olvida cómo sufriste lo que sufriste; la intensidad de la tristeza se vuelve un recuerdo, Y repito, no es que uno lo olvide, ni es que el sufrimiento y las preocupaciones se acaben. Simplemente como que empezás a ver las cosas -con cautela- pero desde una perspectiva tal vez más brillante y clara.
La semana pasada mami tuvo cita con el Oncólogo. En el último ultrasonido no están saliendo los ganglios que habían quedado en el páncreas. La quimio, o las posiones, o los venenos de escorpión, o las oraciones o las vibras o todo junto, han dado resultado (aún cuando aquella Dra. Zorra -perdón el polaco- dijo que no había mucho que hacer).
Le iban a mandar una quimio más, pero el Dr. vio que está muy afectada del Síndrome de manos y pies, y le suspendió el tratamiento porque dice que ella tiene mucha toxicidad en el cuerpo en este momento.
Está muy afectada de la quimio esta vez, pero contenta porque va a poder comer chancho y tonteras navideñas, esperemos que con buen apetito y sin que las cosas le sepan feo o no le sepan del todo.
La lucha no ha acabado. Tiene exámenes y citas en enero. EL Dr. le advirtió que tiene que seguir en tratamiento y control porque uno no sabe qué puede pasar. La dos estamos contentas. Yo sin embargo, me reservo muchas cosas. No en mal ride, sólo que con todo y todo, y con mi visión digamos que realista de la vida, pues es muy difícil pensar que ya todo acabó (a pesar de la carga que tuvimos que llevar ya, y que mucha gente diría "suficiente"), pero a la vez me da pavor pensar que efectivamente, no ha acabado.

Nuevamente el tiempo lo dirá.
El tiempo, eso sí, no ha podido curar otras cosas y sentimientos que vagan por mi cabeza (pero en otro plano existencial). Creo, sin embargo, que al parecer, me comienza a dar la razón. Más rápido de lo que esperaba.
Y en resumen, al parecer si existen los milagros, si existe ese sexto sentido y el poco probable que se convierte en un si esperanzoso. Y es bueno que existan esos milagros y los "tal vez" del futuro, porque a fin de cuentas, esa es la fe que nos mantiene vivos.
Que suceda o no, sólo lo sabremos con el tiempo...