viernes, diciembre 30, 2005

Una reeducación acerca de la familia


Hace poco visité las fiestas de Zapote. Bonito lugar para una observación social. Aparte de los borrachos y de los clones de los "artistas" del momento, podemos ver familias con sus chiquitos. Algunos disfrutan de las actividades y juegos mecánicos. Otros recogen latas, venden chicles o piden plata. Acompañados de sus familiares, o en le peor de los caosos, obligados por los mismos.

Realmente es cruel tener que observar cómo a las 11 de la noche, hay chiquitos que se zambullen en los estañones para sacar las laticas de Pilsen. O al muchacho de 7 años por los carros chocones, que parece Rodolfo el reno con su naríz de bombín y hasta el puritico ....
¿Dónde están sus padres? ¿En qué punto se murió la responsabilidad de quienes enjendran?
Es sencillo decir "juepucha mocoso maleante, drogadicto". ¿Pero quién NO evitó que llegara a ese extremo?
O cuando ponemos la Tele, y en esta época de "amor y paz" (leáse con todo el sarcasmo del mundo), nos recetan tantos sueños de Navidad, de familias que no tienen ni qué comer y deben mantener a 7 hijos más el que viene en camino.
Digo. ¿Es tán difícil comprarse un condón? O en todo caso, es tan difícil para el Gobierno ayudar a planificar a estas familias? No es más barato a mediano y largo plazo?
Recuerdo aquella campaña de Profamilia: "Tenga a los hijos que pueda hacer felices". Es una lástima pensar que alk menos esta próxima generación, no será tan dichosa como antes fuimos. Lástima también que al Gobierno se le olvidó el verdadero papel social para el que fue creado.