No…no me refiero a Oscar Arias el candidato. Hablo de cualquier otro pobre diablo que lleva el mismo nombre. Pero a que logré llamar su atención… o no?? Asi es la publicidad… llamar la atención de la gente a través de ciertas afirmaciones o “ganchos”, aunque estos no sean del todo verdad.
Para casi todos es sabido el “despelote” que una campaña anti TLC creo en los dos principales canales de Televisión Nacional. La campaña, ya paga y lista para pautar, fue cancelada por personeros de ambos canales (uno de ellos, quien ni siquiera tiene injerencia en las directrices generales de todo el canal, solo de su noticiario –o eso era lo que todos pensábamos-). ¿Razones? “Atenta contra los intereses de uno de nuestros clientes” o “no se pasa y ya”. Y luego hubo discusiones si era ético o no ético, si engañaba o no, si los colores y los nombres están patentados y nadie más los puede usar o pensar diferente, etc etc.
Lo divertido es que después de todo. Los “condenillos” anuncios si pasaron por uno de los canales. Y dentro de la franja del noticiario, cosa divertida tomando en cuenta que uno de su directores fue el que se opuso a que se pasara del todo.
Pero como aquí no “se saca pelo sin sangre” (gracias a mi mamá por todas esas lindas expresiones que he ido heredando),al día siguiente, un “impactante” reportaje desenmascaraba a uno de los Oscar Arias, pues accedió a salir en el anuncio porque le pagaron 80 000 colones; y él ni siquiera está seguro de si el TLC es bueno o no. Incluso, un alto encargado de las esferas de publicidad, dijo que eso era publicidad engañosa, mala, muy mala. Casi que del Diablo (¡¡¡que ahora se esconde también en la publicidad!!!).
Ahhh… creo que el pobre hombre olvidó uno de los principios de la publicidad: vender. A costa no importa de qué. A costa de mostrar como la cerveza X te trae rubias voluptuosas que se abren de piernas apenas destapás la botella; o a costa de hacernos creer que un psiquiatra con semblante de abuelito puede dirigir un país. Y lo peor, de todo. Es uqe lo logra.
Además, olvidaron decir que “por la plata baila el mono”. A mi no me gusta el pollo de KFC, pero alegremente me comería una pechuga frente a la cámara si me pagan unos cuantos miles de coloncillos.
Hoy veía en la portada de la Extra, las fotos de la autopsia del hombre que murió en manos de un perro cuando intentó meterse a robar. Aparte de preguntarme internamente cómo obtuvieron las fotos, me pareció “simpatiquísimo” el disclaimer de los maes: “enseñamos esta foto para que tomemos conciencia del ataque de los perros rottweiler…”. Ahhh…. Claro. ¿Para qué tomar conciencia de la importancia de buscar un trabajo y no vivir a costa de lo ajeno? Aquí el punto no es si el mae es nica, chino, tico, gringo, etc. Es el hecho de su acción, y aunque tuvo un final trágico, qué fácil es alimentar el morbo publicando unas fotos y justificarlas con el nuevo “chivo espiatorio”: el pobre perro que actuó exactamente como lo enseñaron a actuar.
El punto de todo esto, es que actualmente vivimos en una sociedad donde los medios trabajan a favor de las élites de poder, de quienes tiene el dinero para tomar esos espacios y parcializar la información. También, la información se mueve para satisfacer ciertos deseos de dinero y poder, y desagraciadamente esto también sólo nos muestra una cara de las cosas, la que normalmente la gente toma como posición.
Parece ser que después de todo no somos un pais tan democrático.